domingo, 13 de enero de 2013

Puedes leer o dejarlo pasar, te contaré un poco lo que pretendo, por experiencia propia y por lo que observo a mi al rededor he propuesto hacer una campaña, ''el mundo de Kelsey'' la primera entrada obviamente es ambientada en mi, yo no me llamo Kelsey, pero he creado este personaje, Kelsey somos todos los que alguna vez nos hemos sentido sin ganas de vivir, los a los que nos han insultado, pegado etc.. Solo por ser diferente, Kelsey somos los que sufrimos y luchamos contra el bullying, puedes ayudar, contarnos tu historia o simplemente, pasar de este comentario. Un beso, Kelsey.
Empezaré con la primera vez que me sentí acosada en mi ámbito estudiantil, y eso fue con tres años, empezaba preescolar y mi amiga de la guardería dejó de hablarme porque a su prima no le caiga bien, pero eso no terminó ahí, me tiraban al barro, me pegaban, me hacían llorar, insultaban a mi madre, no me dejaban tranquila, quería llorar todo el rato, irme con mi madre, los profesores no me hacían caso, solo decía que era una niña caprichosa que no aguantaba una broma, y eso siguió en primaria, me pegaban, me llamaban gorda, una vez incluso me tiraron en el patio y me abrí piel de la rodilla. Recuerdo un día que me cortaron la mochila por debajo y me rompieron los deberes, fui a quejarme a mi profesora de aquella, Dolores y me dijo que no podía hacer nada, no podía ni reñirles ni nada, mi madre enfadada habló con el director, y él le dijo que hablarían con las niñas, pero no fue así, hablaron conmigo, me riñeron, me riñeron hasta que tuve ganas de morirme, no entendía que había hecho mal, solo le había contado eso a mi madre, y mi madre quiso contraatacar porque ella sabía, y yo ahora sé, que lo que me habían hecho era injusto, porque sí podrían haberle exigido que me repararan la mochila.

La primaria pasó y llegó la secundaria, aparentemente comenzó muy bien, me hice amiga de Raquel, una chica que ya conocía de varios campamentos de verano y de Lara, una de las personas que peor me lo hizo pasar en la infancia, pero la perdoné, ellas se hicieron mis mejores amigas, sí, había gente que me seguía insultando, pero pensaba que podría llevarlo bien, primero de la ESO fue sin duda mi año, fue mi año hasta que llegó segundo y conocí a Ariana, empecé a salir con ella y la gente empezó a querer estar conmigo, era algo nuevo para mi, ¿conmigo? parecía increíble, y lo fue, hasta que dejaron de hablarme sin motivo aparente, yo les pregunté que les pasaba y no hubo respuesta, hasta que me enteré que me insultaban por detrás, ese día me fui antes del instituto diciendo que me dolía la cabeza, llore, llore sin poder más, dejé todo por ellas, me sentía segura y ahora he perdido toda la seguridad, ya no podía más, no quería seguir viviendo, no salía de mi habitación, solo para ir al instituto y empezaron con lo mismo, volví a llevarme con Raquel y Lara, pero eso no me deba la seguridad de entonces, me llamaban gorda, y no podía entender que tenían mal conmigo, yo no había hecho nada malo, a ninguno, nunca les insulté ni hice nada en contra de ellos, pero igualmente me lo llamaban, empecé a buscar dietas en internet, dietas de las que dicen que no comas nada, pero no era capaz, necesitaba la comida, e hice lo peor que pude hacer en mi vida, usar mis dedos índice y corazón para sacar mi comida fuera de mi estómago, así seguí, hasta que mi madre se enteró, me llevó al psiquiatra y este me diagnosticó un trastorno bipolar, me mediqué, y las cosas empeoraron, no podía controlar mi ira, mis ganas de destrucción, tiraba todo al suelo, perdí a mis amigas a todas por no poder controlar toda la ira y rabia contenida, que de repente había sacado dentro, todo el verano transcurrió prácticamente así, tercero fue casi igual de insoportable, me dio mi primer ataque de ansiedad dejándome en el hospital, no fui al colegio al día siguiente, ni al siguiente,  ni al siguiente... Me daban ataques todos los días, dejó de ser normal, cuando iba a clase no recibía más que insultos, más que miradas, como si fuera alguien que faltara a posta al colegio, muchas veces me encontraba sola en el baño, no tenía a nadie, era ridículo, me había quedado sola en serio, seguí vomitando, seguí tomando la medicación, todo iba a peor, volvimos al psiquiatra y me habían diagnosticado mal, no tenía bipolaridad, esa medicación era erronea, tenía depresión, una profunda depresión, mi familia me miraba con pena, la gente dejó de creer que faltaba por estar enferma, y en realidad a veces le rogaba a mi madre no ir al colegio, no quería pasar por eso otra vez, le rogaba, se lo pedía de rodillas...

Pasó el curso y repetí, conocí a Helena, alguien que pensaba que me quería, me dijo que me cambiara de colegio, al suyo y lo hice, pasaron los meses y se cansó de mi, un día se enfadó conmigo solo por saber que ella hablaba mal de mi, me dejó sola en un colegio que no conocía, unas chicas de ese colegio me dijeron que podía estar con ellas en el patio, unas chicas amables, pero que seguramente mi presencia les moleste y no les caiga bien, pero son demasiado buenas para mandarme a la mierda, seguí vomitando, me siguieron dando ataques de ansiedad, mi padre no volvía a casa, mi madre no paraba de gritarme, no tenía a nadie, le pedí ayuda a Helena, no me hizo caso y a mediados de año pasó, 27 tranquilizantes deslizaron por mi garganta y cayeron directamente en mi estómago, pensaba que era el final, que por fin se terminaría, estaba a punto de dormir, no faltaba nada, y la vi, la vi totalmente borroso, escuché como gritaba y lloraba, y me decía que como le podía haber hecho eso, llamó a la ambulancia, mientras ella me daba golpes para que no pudiera dormir, no me dejaba hacerlo, llegaron y me hicieron preguntas que no podía contestar, no podía, lo hicieron todo por mi, me hicieron un lavado de estómago, me llevaron al psiquiatra y allí me quedé... No había dicho que yo tenía amigos vía internet, no de muy lejos, todos éramos de la misma comunidad autónoma, pero no vivíamos lo suficientemente cerca como para que me abrazaran cuando pudiera, se lo conté a una de esas amigas, Elisa, y ella se lo contó a Adrián, un chico que era buen amigo mío.. Dejó de hablarme por ser egoísta, lloré durante días, pensaba que tenía ya suficiente castigo, accedió a hablar conmigo y lo arreglamos.

A parte de la única amiga que tengo en mi pueblo, hice amigos que solo me quedan a pocos kilómetros de distancia, me trataban muy bien en realidad, y ahora vuelven a hacerlo, dos de ellos me han dejado de hablar, empieza todo a empezar para mi, pero espero estar tranquila, porque ya no soy así, he cambiado y puedo sobrellevar que me traten como una mierda, sigo vomitando, sigo muchas veces queriendo morir, pero no lo hago por mi madre, ella me necesita...

¡Bienvenidos al maravilloso mundo de Kelsey!

Por favor, parad el bullying, ellos son como vosotros, tienen un corazón, no necesitan vuestro insultos, dejad que vivan tranquilos, dejad que puedan llegar a delante, no cometáis lo mismo que sus acosadores con Amanda Todd, no dejéis que haya más víctimas, y vosotros, si veis que alguien se ríe de una persona, no ayudéis a la burla, no pido que le defendáis, solo que no ayudéis a que se sienta peor. Por un mundo sin acoso escolar, sin anorexia, sin bulimia, sin ansiedad, sin depresión, por un mundo más feliz para todos.

El maravilloso y terrible mundo de Kelsey.

¡Hola! como os he hecho creer debéis pesar que mi nombre es Kelsey, gran error, es un nombre que utilizaré para no revelar mi nombre real (por ahora) el blog se llama y ''El maravilloso mundo de Kelsey'' suena ridículo, ya que lo que quiero contar aquí no es especialmente lo bonito de mi vida, es como un paralelismo a la película de los años 90 ''La vida es bella'' esta es una pequeña introducción, en la siguiente entrada, lo contaré todo, sin dejarme ningún detalle y sin defraudar demasiado a la realidad. (Obviamente los nombres que pondré de las personas son ficticios igual que los míos)